Esta adición al artículo 172 del Código Penal Federal causó un debate entre legisladores, pues mientras unos plantearon que la medida inhibirá que los conductores usen el teléfono y propicien accidentes, otros consideraron que la pena es desproporcional, nadie podrá comprobar que el accidente fue a causa del uso de un aparato de comunicación, se fomentarán la corrupción hacia policías de tránsito y se crearán nuevos delincuentes.
La reforma al Código Penal Federal también aumenta hasta 3 años la pena de cárcel para quienes conduzcan un vehículo en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas y cometa alguna infracción a los reglamentos de tránsito, pagará hasta 300 días multa, además de la suspensión o pérdida de la licencia.
La reforma que se turnó al Senado para su revisión y votación incluye prisión hasta por tres años, hasta treinta días multa y suspensión o pérdida del derecho a usar la licencia de conducir, a quien en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas enervantes cometa alguna infracción a los reglamentos de tránsito y circulación al manejar vehículos de motor, independientemente de la sanción que le corresponda si causa daño a las personas o las cosas.